miércoles, 14 de marzo de 2012

Del Niño de Alcudia, en el seco mes de marzo del año 2012


"Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha".
(Marco Tulio Cicerón)

"La carrera no siempre la ganan los más veloces, sino los que siguen corriendo".
(Anónimo)

¡Sigue, sigue corriendo.... no pares... sin forzar la marcha, doblegando a la fatiga, sintiendo y sintiéndote!... y ganarás la hermosa carrera hacia tu propio Ser, esa para la que todos fuimos lanzados en esta misteriosa vida, y en la que muchos quedan orillados, perdidos, hastiados, agotados...


Querido Niño de Alcudia: feliz encuentro este, al igual que tu, creo que las estrellas y los vientos han tenido mucho que ver. A pesar de las cuentas del Google a pesar de los pesares, como muy bien sabes te leo; todas y cada una de tus entradas son devoradas con avidez, saboreadas en cada una de las palabras y con especial deleite en esas que pertenecen al vocabulario alamillero. A veces también entran en mis lecturas por curiosidad algunos de los envites... ya sabes eso de la mejor palabra es la que se queda por decir...

Me alegra mucho saber que no eres celoso en que copie las citas y dichos que escribes, pues vivimos un mundo que no comparte mucho y sí  está  a la gresca en menos que canta un gallo. Te felicito por ser uno de esos niños que dan todo sin pedir nada a cambio, y no solo comparten lo suyo, sino que buscan en el baúl, para complacencia mía.
Te devuelvo el abrazo y sigo copiándote.  También espero que caiga algo del cielo, su luz que siempre te ilumina no es suficiente para paliar la sed de las reses  y las encinas de nuestro querido Valle.

Mis Calculaciones seguirán  tras tu pista, de momento me conformo con leerte aunque espero que sea lo que duró Cebollo en el Hornillo el  compartir una de esas vacas que se alargan hasta el anochecer.
Echo mucho de menos esos ratitos inolvidables.



sábado, 3 de marzo de 2012

Del Niño de Alcudia


... oigo en el pueblo los comentarios de algunos de mis paisanos, y, rápidamente, se me hilan el celebro dichos y refranes, como éste del viejo Tácito: “Irritarse por un reproche es reconocer que se ha merecido”; que a su vez se contrapone con éste del algo menos viejo San Francisco de Sales: “Reprender a los demás es muy fácil, pero es muy difícil mirarse bien a sí mismo”.

Y a todo esto, se me hilan razones de nuevo en mi ya desgastao celebro que se musita a sí mismo: “con sólo reproches nos volvemos débiles y vulnerables; en contra, con razones y soluciones uniremos a las gentes, reuniremos al pueblo en una sola voluntad: prosperar en todos los ámbitos de la vida”.